La clave para amar tus pensamientos

Cuando estás sentado meditando y ves cómo tus pensamientos van y vienen.

Pero cuando los observas, desaparecen y se hace un inmenso vacío.

Hasta que un nuevo pensamiento aparece.

Continuamente están ahí.

Vienen y van. Vuelven y se van otra vez.

 

 

Esto que parece tan molesto es una regla no escrita para todos.

Y es en realidad, como ocurre la vida continuamente.

Es el ir y venir de una danza en la que estamos sumergidos sin poder evitarlo.

Así funciona la mente para todos, en mayor o menor intensidad.

 

 

Visto de esta forma, tienes dos opciones.

Lo puedes luchar.

O lo puedes amar.

Puedes crear una guerra en tu interior.

O enamorarte del proceso.

Enamorarte de la vida.

 

 

Si lo conviertes en una lucha, el proceso de meditar desaparece.

Si sientes que los pensamientos son un ataque a tu vida.

Si sientes que van contra ti.

Y lo que intentas es que desaparezcan.

Estás perdido.

La paz nunca va a ser realidad para ti.

Y si es esto lo que buscas en la meditación, siento decirte que no es para ti.

 

 

Pero si te enamoras del proceso de meditar.

Si te enamoras del ir y venir de pensamientos.

Si cuando ves que viene un pensamiento, lo observas con atención.

Y ves que este desaparece y entras en un vacío de paz, una sensación de plenitud, hasta que vuelve el siguiente pensamiento.

Si vives esta danza de la vida con plenitud y amor.

Entonces sabes que estás completamente en ti.

 

 

Cuando todo esto ocurre, amas la vida.

Lo amas todo, lo bueno y lo malo.

O, mejor aún, ves que bueno y malo no existen.

Simplemente, existe la vida, tal y como es.

Y lo único que importa es lo que ocurre ahora.

Nada más.

 

 

Entiendes que meditar es un fiel reflejo de vivir.

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