“Dani, aprende a hacer una sola cosa a la vez”

Esto es lo que me dijo hace 14 años un Lama Tibetano aragonés muy simpático.
Fue él quien puso esta semilla en mi mente.

Pero no le hice caso.
Durante 10 años no le hice nada de caso.

Que cabezotas que somos humanos y cómo nos cuesta poner en práctica las ideas más sencillas.

Y esta es una de ellas.
Muy sencillo de ponerla en práctica.
Pero es muy difícil de integrar a nuestro día a día.

Y esto es así, porque nos cuesta cambiar nuestras costumbres.
Nos cuesta hacer las cosas de forma diferente, aunque sepamos que esto nos va a traer múltiples beneficios.

Así que un día, después de 10 años de resistencia, recordé este consejo y decidí ponerlo en práctica.

Al principio, los beneficios han ido apareciendo muy poco a poco.
Pero a medida que lo he ido practicando, se ha convertido en un tsunami.

Y, ahora, todo esto que voy aprendiendo lo quiero compartir contigo en esta suscripción.

¿Porque soy muy buena persona?
No.

Es porque soy muy egoísta.
Sí, muy egoísta.

Porque muchas veces he oído que la mejor forma de integrar algo en nuestra vida es compartir lo que aprendemos.

Y es por esto que cada día envío una idea para centrarte en lo que de verdad importa practicando el hacer una sola cosa a la vez.

Así de sencillo.
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